Comentario
Capítulo nono
De los metales
Hay en esta tierra oro que se cría en minas. Hay señales donde hay minas de oro, porque la madre se parece sobre la tierra, y es esta señal que ello se [c]ría debaxo de tierra. Especialmente se parece esta señal cuando llueve. En la letra está bien declarado esta señal. Quien quisiere saberla o entenderla pregunte por los vocablos en la misma lengua indiana, como están aquí en esta letra. Hay también plata y cobre y plomo. Críase en diversas partes, o en barrancas o en riscos. Ante que viniesen los españoles a esta tierra nadie se curava de la plata ni del plomo. Buscavan solamente el oro en los arroyos, porque de donde corre el agua sacávanlo con xícaras, lavando la arena, y ansí hallavan granos de oro: unos tan grandes como granos de maíz, otros menos, otros como arena.
Después de haver tratado en los capítulos y libros pasados de las yervas medicinales, y de las piedras que tienen mucha virtud para la sustentación de nuestra salud, y también del oro que tiene propiedades muy favorables a nuestra salud, parecióme que sería poner aquí las propriedades de las gomas que en esta tierra hay, de que los naturales usan mucho para su salud, y yo tengo mucha experiencia de la virtud de ellas.
La goma que se llama copal blanco y otra goma que se llama chapopotli que es como pez de Castilla, y otra goma que se llama ulli, que es negra y nervosa y muy liviana, estas tres gomas derretidas, juntamente hechas como brea, aplicadas a las piernas y al cuerpo, hazen gran bien a todos los miembros interiores exteriores. Es de saber, el copal y el chapopotli bien se puede derretir en una olla, puestas sobre las brasas, haviéndolo desmenuçado todo junto primero, tanto de uno como de otro. Pero el ulli hase derretir por sí, poniéndolo de un asador y encendiéndolo a la llama del fuego. Començando a arder, comiença a gotear un licor negro como tinta, el cual ha de gotear en una escudilla, y así queda hecho licor líquido. Y pueden así derretir la cantidad que quisieren, aunque no sea tanta como lo demás, aunque cuanto más fuere de esto, tanto será mejor la brea. Después [de] derretido este ulli por sí, hase de juntar con lo otro que está derretido, y no es menester que hierva, sino rebolviéndolo que se mezcle todo, por tres o cuatro días o más, rebolvello, puesto al sol por intervalo para que se mezcle bien, para que esta brea o ungüento aproveche para muchos días. Y se puede aplicar al cuerpo todas las vezes que quisieren. Corten u[n]as calças de cuero de venado labrado que llegue desde los pies hasta los ingles, y no se han de coser. Puesto este ungüento por la parte interior de ellas, todo tendido, déxenlo embever por dos o tres días en el cuero; y después tornen a poner más hasta que ya el cuero no lo embeva, sino que quede por encima sobrado. Sobre este ungüento, así tendido, pongan dos lienços cortados al tamaño de la cabeça de cuero, y si no quedare bien pegado con el cuero, cósase por las orillas. Y puestas unas correas cosidas a las mismas calças del mismo cuero, la una se ponga a la garganta de la pierna para que se ate con [aqu]ella calça, y otra por baxo de la rodilla, y otra por encima de la rodilla, y otra por medio de[l] muslo, y otra por encima a la estremidad del muslo. Atadas de esta manera a las piernas, puédenlas traer o tener de noche o de día los días que quisieren, y queriéndolas quitar, puédenlas guardar para ponerlas cuando quisieren, y turarán por muchos días. Aprovecha esto para cualquiera mala disposición que se ofreciere. Quien quisiere hazer un xubón de la misma manera para vestírsele a raíz de la camisa o de la túnica, sentirá también gran provecho para cualquiera mala disposición. Y si no quisiere hazer xubón, haga una faxa de anchura de un palmo, o poco más, del mismo cuero con los lienços dichos, tan larga que [d]é una buelta justa al cuerpo igual, traçando con el xubón.
He también hallado por experiencia que molida la piedra de navajas de que arriba hezimos mención, deciendo que es esmeralda negra, y con una clara de huevo mezclada la arena, y hecho todo lodo, poniéndola sobre unas estopas y atado con un patio sobre la gota, la quita; y todas las vezes que bolviere, poniéndola, la quita. Y este emplastro aprovecha para muchos días y aun años, teniéndole guardado, aunque no se renueve más.
Quien se hallar[e] restreñido de la cámara, póngase una cala de enjundia de puerco y luego sentirá provecho; y si esta injundia fuere de puerco muerto en la menguante de deciembre o de enero, y serenada por treinta o cuarenta días, es muy mejor. Quien quisiere poner el ungüento arriba dicho en los pies, compre unas cuatro servillas de badana iguales, y derrame el ungüento por todo el envés de unas de ellas, y métalas en las otras dos, de manera que venga envés con envés, para que de fuera y de dentro quede todo limpio. Y puestas en los pies, traerlas ha cuando quisiere, o de día o de noche. Y sentirá gran provecho a todo el cuerpo. Y duran de esta manera hechas por muchos días sin que se renueve el ungüento. Esta es medicina para los pobres.